Sueño melancólico.
Relato agotador del recuerdo.
Vuelve a la memoria aunque yo no quiera.
Te supero todas las noches y vuelves todas las mañanas.
No me arrepiento.
El pasado no se borra,
duele.
Creció mal.
Historial de google.
"cómo bloquear una página que no quieres seguir viendo"
"té de melisa"
"sycamore trees twin peaks"
La espalda me duele hace dos semanas.
Hierve agua y ocupo el guatero.
El alivio es pasajero.
Vuelve.
Pesadillas cuatro días a la semana.
Le cuento a Pía sólo de dos. Las peores.
Mi mamá me mira en shock cuando le cuento la última.
Éstas loca, me dicen sus ojos. Tranquila mi niña.
Te dejé ir para que vivas otras cosas y crezcas emocionalmente. No puedo admitir que pienso que necesito hacer lo mismo porque no lo creo verdad. Quizá sí, pero no en relación a ti. No te puedo besar pensando en que no estuviste para mí. Me dices que sí. Yo no lo vi. Aprendí a ver algo, pero es mínimo. No se espera lo mismo de todos, yo aprendí. Hay que aceptar el amor que la gente sabe dar, aprendí. Pero también sé que la gente aprende a dar amor de distintas formas. Yo aprendí y he visto a más personas hacerlo por mí. No es difícil. Aprendí que lo es para ti y por eso te mande a volar, te falta experiencia. Lo sabes. Yo también. No puedes ser tú mismo ni contigo. Sé que no existe el 'no tengo tiempo'. Sé que no te puede ganar el orgullo si se corre la sangre si lo haces. Sé que no lo sabías. Sé que no te soporto por preferir carretear y que nunca lo voy a entender ni aceptar en nadie y que me marcó. Sé que no quiero nada con nadie si no es carnal y no me interesa mi cuerpo. Ahora sé que no quería demasiado sexo porque he vivido con depresión la mitad de mi vida y nunca lo supe y era muy fácil matar el poco líbido. Aunque también sé que me excitaba frecuentemente y me matabas las pasiones al derrumbar expectativas que no sabías (a veces sí) que ponía en ti. Sé que me masturbaba en la semana y deseaba hacer el amor hasta que te odiaba por dejarme el visto cuando te decía que estaba teniendo un mal momento. Sé que trataste de esforzarte las últimas semanas pero ganó lo otro. No fue suficiente. No era tan difícil reconocer el abuso sexual y la vulnerabilidad. No era tan difícil pedirme llamar después. No por eso fue todo, también lo sabes. Sé que tres años me valen, porque me corté, porque me intenté matar, porque le robaba antidepresivos a mi mejor amiga para algún día juntar suficientes, porque no todo era la relación y yo moría por dentro y sentía que tenía que ser fuerte para los otros y no por mí, porque nos quisimos a ratos y fue genial pero al otro lado yo tocaba fondo y tú sólo llorabas. Porque cuando viste mis cortes no me dijiste nada hasta tres años después. Porque eso marca, y pesa, y no lo dejará de hacer. Mamá no me quiso llevar al psicólogo cuando se lo pedí a los once años.
Catarsis.
Nada es perfecto. No me debes nada y yo a ti tampoco.
No sé si quiero esto pero se siente como lo correcto. Aunque lo quisiera no te podría abrazar.
¿Tanto daño te hice?
No me quiero victimizar.
Pero al final los dos somos víctimas. Y sí, tanto daño me hiciste.
No ignoro lo bueno. Lo bueno te lo recordaba durante la relación. Siempre reforcé los buenos momentos a través de las palabras para que se repitieran más. "Así como esta vez me gustó y gracias". Sólo fue un mal día.
Al final es mucho más fácil ver lo que hace uno mismo que lo que hizo el otro.