Pestañeo.
De repente todo es terrible.
Quizá siempre fue así, dice el micrero.
Estaba pensando en voz alta mientras miraba el camino.
Ya no puedo bajar, me ahogo.
Socorro.
Pía, Adriana, mujer que no recuerdo.
Gracias.
Sientes los demonios.
Destruyen tu vida.
Los demonios son realmente ángeles.
Pierdo mi paciencia. Pienso en el taburete.