Hay sol, al fin. Puedo salir.
¿Qué haces? Me grita una enana.
Vine a sacar mis plantas al sol,
y a ser feliz.
Respiramos.
Me acuesto mientras me quemo,
una sombra sobre mis párpados.
Hola gato, le digo a Remus.
A comer dicen.
¿Por qué es tan difícil llamarte a comer?
Se quejan.
No podía ver su corazón y me asusté.