Mucha gente había tomado su mano con el derecho que creían su cariño le entregaba.
Más de una habrá memorizado sus lunares y manías pequeñas como era el de mover
las orejitas cuando se sentía feliz.
Para él eran tantas y para ellas el único...
A veces se echaba a pensar porqué dejaba que tanta gente especial [que sabía perfectamente se aferrarían] entrara a su cabeza. Se sentía como un museo del siglo nuevo, como si dieran pasos en su cabeza viendo detalladamente y con fascinación cada exhibición que los pasillos exponían. Como un gigante por cuyas orejas, pequeñas personitas de un color especial entraban lenta y suavemente, tratando de no dar señal de su intención cuando él ya la sabía perfectamente. Dejó que se enamoraran de él y él trato really hard de enamorarse de ellas... pero no podía. Y ése es el verbo indicado, no podía. Trataba de avanzar, de cerrar la puerta al museo y amar cada paso que la única persona encerrada en él diera dentro pero le producía rechazo. Ninguna se sentía como la primera, ninguna era tan especial, a ninguna la amaba [Y es que ni les daba la oportunidad de amarlas].
Pensaba que, quizás, hacía un intento por rescatar aquellas personas que se enamoraban de él. Creía que las sacaba de su vida diaria y les regalaba una historia, una felicidad que luego se pagaría con pena cuando él se alejara... pero esa pena valdría todo lo que les dio. Siempre llegaba gente triste y sola. Pensó que tenía que rescatar a esa gente, pero nunca llegó a pensar que él debía ser rescatado primero. Que él debía rescatarse a sí mismo.
Hoy en día sigue igual que siempre. No ha aprendido, sigue llegando gente a su vida y él la sigue tratando de amar, dejando que se enamoren de él. Trata de acostumbrarse, pero ya se había acostumbrado a una persona antes...
Y lamento decir que hoy, otra persona visitó el museo.
Heaven Jamie, please save me...
26 may 2014
24 may 2014
So you want to be a writer
If it doesn't come bursting out of you
in spite of everything
don't do it.
Unless it comes unasked out of your
heart and your mind and your mouth
and your gut,
don't do it.
If you have to sit for hours
staring at your computer screen
or hunched over your typewriter
searching for words,
don't do it.
If you're doing it for money or fame
don't do it.
If you're doing it because you want
women in your bed,
don't do it.
If you have to sit there and
rewrite it again and again,
don't do it.
If it's hard word just thinking about doing it,
don't do it.
If you're trying to write like somebody else,
forget about it.
If you have to wait for it to roar out of you,
then wait patiently.
If it never does roar out of you,
do something else.
If you first have to read it to your wife
or your gilfriend or your boyfriend
or your parents or to anybody at all,
you're not ready.
Don't be like so many writers,
don't be like so many thousands of
people who call themselves writers,
don't be dull and boring and pretentious,
don't be consumed with self-love.
The libraries of the world have
yawned themselves to sleep
over your kind.
Don't add to that.
Don't do it.
Unless it comes out of your soul
like a rocket,
unless being still would
drive you to madness or
suicide or murder,
don't do it.
Unless the sun inside you is
burning your gut,
don't do it.
When it is truly time,
and if you have been chosen,
it will do it by itself
and it will keep doing it
until you die or it dies in you.
There is no other way,
and there never was.
in spite of everything
don't do it.
Unless it comes unasked out of your
heart and your mind and your mouth
and your gut,
don't do it.
If you have to sit for hours
staring at your computer screen
or hunched over your typewriter
searching for words,
don't do it.
If you're doing it for money or fame
don't do it.
If you're doing it because you want
women in your bed,
don't do it.
If you have to sit there and
rewrite it again and again,
don't do it.
If it's hard word just thinking about doing it,
don't do it.
If you're trying to write like somebody else,
forget about it.
If you have to wait for it to roar out of you,
then wait patiently.
If it never does roar out of you,
do something else.
If you first have to read it to your wife
or your gilfriend or your boyfriend
or your parents or to anybody at all,
you're not ready.
Don't be like so many writers,
don't be like so many thousands of
people who call themselves writers,
don't be dull and boring and pretentious,
don't be consumed with self-love.
The libraries of the world have
yawned themselves to sleep
over your kind.
Don't add to that.
Don't do it.
Unless it comes out of your soul
like a rocket,
unless being still would
drive you to madness or
suicide or murder,
don't do it.
Unless the sun inside you is
burning your gut,
don't do it.
When it is truly time,
and if you have been chosen,
it will do it by itself
and it will keep doing it
until you die or it dies in you.
There is no other way,
and there never was.
17 may 2014
No puedo dejarlo solo porque veo que es débil, que me ruega que lo abandone para buscar algo mejor pero no puedo. Tengo que ayudarlo, tengo que hacer que crezca y aprenda y tengo que ser el sol que lo alimenta porque... porque si no soy yo, quién?
Aunque no sea la más fuerte soy menos débil que él, he aprendido más y sé cuales son sus errores, qué hay que corregir.
Estamos aquí para aprender. Estamos juntos para crecer... no hagamos lo contrario...
Aunque no sea la más fuerte soy menos débil que él, he aprendido más y sé cuales son sus errores, qué hay que corregir.
Estamos aquí para aprender. Estamos juntos para crecer... no hagamos lo contrario...
7 may 2014
Richest boy in town
Don't you know what happens when you're not around?
You're gonna die soon.
You're gonna die so soon that you won't be able to even notice that you're gone.
you're so fucking gone...
Keep looking me like that, don't you know what's gonna happen?
You'll be the one crying at the end.
You're gonna beg me to talk to you
And I'm gonna laugh
LAUGH so hard you'll get scared
and you'll run away... but this time for real. This time forever.
You are gonna end up writing your name wrong.
You're gonna die soon.
You're gonna die so soon that you won't be able to even notice that you're gone.
you're so fucking gone...
Keep looking me like that, don't you know what's gonna happen?
You'll be the one crying at the end.
You're gonna beg me to talk to you
And I'm gonna laugh
LAUGH so hard you'll get scared
and you'll run away... but this time for real. This time forever.
You are gonna end up writing your name wrong.
Lo que no se ha dicho
(...) Hay en mi alma un pozo muerto, donde no
se refleja el sol, y del que huyen los pájaros
con terrores de virgen ante un misterio de
cadáveres.
Mi alma es un palacio de piedras, donde
habitan los ausentes, trayéndome la sombra
de sus cuerpos para alivio y compañía de mi
vida.
Mi alma es un campo desbatado donde el
rayo quemó hasta las raíces, y donde no
se puede florecer ni el cardo.
Mi alma es una huérfana loca que anda de
tumba en tumba buscando el amor de los
muertos.
Mi alma es una flecha de oro perdida en un
charco de fango.
Mi alma, mi pobre alma, es una ciega que
marcha a tientas sin apoyo y sin guía. (...)
Wilms Montt
5 may 2014
Crooked Rot
I think David Firth's videos are super fucked up. But you get to a point where you believe there is something more than just weird stuff. I'm sure he doesn't only do this kind of shortfilms to scare or fuck up your mind, there gotta be something behind all.
This is my favorite one.
I love his fucking mind, he's so creative and weird
"Who needs a friend when you have your own tumor?"
Memoria más sucia (2011)
Estoy con la cuerda apretada en el cuello y el banco debajo de mis pies. Nada más que la cobardía y el pequeño banquito me separan de un tipo de libertad inexplicable para oídos ignorantes que no han experimentado el sabor de desear la muerte. Personificando mi situación, vendrías a ser el banco, lo último a superar. Todos mis problemas y estupideces se representarían en la cuerda. La cuerda que me apretará hasta la muerte, me asfixiará hasta que quede morada, cosa que pareciera ya haber hecho por dentro.
Siempre te llamó la atención mi manía por personificar las cosas. Tenía que aferrarme a algo.
Vacié todo mi cuarto para esto. No veo más que el último retrato que hice de ti en frente mío. Es un poco triste pensar que serás mi mejor recuerdo, aparte del último. Nunca falta la pizca de alegría entre la más terribles de mis penas o el poco de tristeza entre mis momentos más felices... ¿Sabes que eres el único que puede lograr eso? Es peculiar. Tú lo eres.
No sé, realmente, como describir este momento. Imagínate parado en medio de tu cuarto, con una hoja y un lápiz cutre si nada en que apoyarte para escribir. Ahora imagínate que le escribes a la persona que tanto evitó tratar de que llegaras a ese momento pero sin querer te llevó a él, lloras, te desesperas pero sabes que viene algo mejor (Y es que no puede ser peor).
Siempre te llamó la atención mi manía por personificar las cosas. Tenía que aferrarme a algo.
Vacié todo mi cuarto para esto. No veo más que el último retrato que hice de ti en frente mío. Es un poco triste pensar que serás mi mejor recuerdo, aparte del último. Nunca falta la pizca de alegría entre la más terribles de mis penas o el poco de tristeza entre mis momentos más felices... ¿Sabes que eres el único que puede lograr eso? Es peculiar. Tú lo eres.
No sé, realmente, como describir este momento. Imagínate parado en medio de tu cuarto, con una hoja y un lápiz cutre si nada en que apoyarte para escribir. Ahora imagínate que le escribes a la persona que tanto evitó tratar de que llegaras a ese momento pero sin querer te llevó a él, lloras, te desesperas pero sabes que viene algo mejor (Y es que no puede ser peor).
Me tendrás que perdonar la letra y la redacción, ya sabrás lo difícil que es cuidarla en este minuto. Buenas noches, te quiero muchísimo. Buenas noches y sé feliz, como siempre me dijiste. Sólo que tú sigue el consejo.
Take care.
Take care.
3 may 2014
They're really strong
I've grown some wings, but huh... you know, they are only meant for viewing.
(Do not touch).
(Do not touch).
Exclusivamente de nosotros, a fin de cuentas
Si nunca te enamoraste, probablemente mirarás el siguiente texto superficialmente... ahórrate la molestia.
Si te enamoraste, ésto no te traerá más que melancolía y seguramente nostalgia.... ahórrate la pena.
Si estás enamorado, quizás te identifiques. Quizás lo imagines, dependiendo de la situación, quizás lo sientas también.
A fin de cuentas, depende de cada uno. Yo escribo para mí y para ella, no para usted.
Cuando uno está enamorado, sé es más sensible ante todo. Ante absolutamente todo. No sólo lo que causa, hace y crea la persona de la que se está enamorado, si no cosas absolutamente desligadas a ella. Te duelen un poco más las encías cuando te cepillas los dientes, la brisa te acaricia más fuerte, las hojas secas se sienten más crujientes al pisarlas en otoño, el peso de tus párpados aumenta solo un poquitín, la voz de tu cantante favorito abre un pétalo y... Lo siento. Ya me puse a divagar.
La cosa, o introducción mejor dicho, que estoy tratando de hacer es algo inútil para lo que trato de contar. Preparar verbalmente/mental? a una persona para entender lo que trato de explicar es en vano. El perro corriendo que morderá tus bolas sin altruismo alguno morderá igual de fuerte aún convenciéndote de que no puede ser tan malo. Lo es.
Si te enamoraste, ésto no te traerá más que melancolía y seguramente nostalgia.... ahórrate la pena.
Si estás enamorado, quizás te identifiques. Quizás lo imagines, dependiendo de la situación, quizás lo sientas también.
A fin de cuentas, depende de cada uno. Yo escribo para mí y para ella, no para usted.
Cuando uno está enamorado, sé es más sensible ante todo. Ante absolutamente todo. No sólo lo que causa, hace y crea la persona de la que se está enamorado, si no cosas absolutamente desligadas a ella. Te duelen un poco más las encías cuando te cepillas los dientes, la brisa te acaricia más fuerte, las hojas secas se sienten más crujientes al pisarlas en otoño, el peso de tus párpados aumenta solo un poquitín, la voz de tu cantante favorito abre un pétalo y... Lo siento. Ya me puse a divagar.
La cosa, o introducción mejor dicho, que estoy tratando de hacer es algo inútil para lo que trato de contar. Preparar verbalmente/mental? a una persona para entender lo que trato de explicar es en vano. El perro corriendo que morderá tus bolas sin altruismo alguno morderá igual de fuerte aún convenciéndote de que no puede ser tan malo. Lo es.
Estaba nerviosa. Se le notaba... podía ver como sus pupilas se habían dilatado un poco, en son de alerta. Sus blancos y delgados dedos jugueteaban entre ellos y de tanto en tanto se tiraba hilachas de la orilla de su blusa. La observé largo rato, manteniendo un silencio para nada incómodo. Me hipnotizaba su manera de pestañear, como cerraba lentamente los ojos y sus pestañas emitían un pequeño chas cuando chocaban entre ellas. Como sonaban sus dientes al arrastrarse por su labio inferior demostrando un poco de incomodidad... un suave, leve y casi imperceptible murmullo. No le gustaba que la miraran largo rato. Ella sabía que yo podía leerla, que no era tan inaccesible como creía. Cuando por fin decidí decir algo, el segundo que abrí mi boca y mis labios se separaron, ella lo notó. Escucho como mis dos pedazos de piel se separaban, pero más que nada, escucho que estaba listo. Me miró con sus grandes ojos y me fijé más que nunca en lo lindo de sus pómulos. Me volví a quedar pegado, pero no por mucho, y por fin le pregunté si podía ver su color de ojos. Subió una ceja y me trató de pillo. Me hizo recostarme y cerrar los ojos; "Prómeteme que no los vas a abrir. No puedes abrir los ojos.". No lo hice. Cada palabra que pronunciaba su suave voz era un centímetro de su nariz más cerca de la mía. Finalmente, pegó su nariz a la mía. Al decir la última palabra, "ojos", su aliento ya chocaba contra mi boca, acelerando rápidamente mi pulso y respiración. Ella notó esto, porque concedió una pequeña sonrisa que pude oír. Empezó a acercarse más, respirando nerviosamente por la boca, hasta que su labio rozó el mío. Resistí el impuso de besarla frenético, acaso, desesperado. Ya era mucho tiempo.
Comenzó a mecer suavemente la cabeza de un lado a otro, sin despegar el suave roce que existía entre sus labios y los míos. Sentí como pasó su lengua por su labio inferior porque rozó el mío. Finalmente, me dio un beso. Y otro, y otro más, y miles. Agarré su cintura y la pegué contra mí, exaltado de por fin poder sentir su cuerpo contra el mío, sintiendo cada trocito de piel pasar por mis dedos, sintiendo su respiración contra el surco que se forma entre la nariz y el labio superior. La besé intensamente, como nunca había besado a nadie, hasta que se me durmieron los labios. Ella, en cada minuto, nunca dejó de sentirse delicada. Sentía que si la apretaba un poco más iba a romperla en mil pedazos, sentí que si la soltaba o la despegaba de mí todo se quebraría de igual manera. Y bueno, se quebró... la rompí en mil pedazos. Pero yo sabía que la iba a romper. Yo corrí ese riesgo, porque soy un puto hombre y tengo el puto factor del deseo que le ganó a mi cariño que al parecer, veíamos más grande. Confiábamos más en él, pero nunca fue. Cuando separó su cabeza de la mía, la miré atentamente. Mantuvo sus ojos cerrados unos segundos, y pude sentir como su estómago se revolvía. Pude sentir como el color de su metafórico corazón se teñía oscuro. Escuché como la lágrima viajó desde lo más profundo de sus sentimientos hasta su lagrimal y el sonido que hizo al chocar y caer contra su mejilla. Abrió los ojos y supe, para siempre, que le había hecho algo. No la había matado, pero maté algo en ella. Ella también lo sabía... demasiado bien. Se arrastró en un silencio tangible hasta los pies de mi cama y se acarició los brazos llorando calladamente. Se puso su abrigo y caminó con la cabeza gacha hasta mi puerta, donde subió su mirada dando directo con mis preocupados ojos y lo dijo, fuerte y claro, sabiendo que no había necesidad porque yo también sabía "... No creí que lo romperías tan pronto."
Pasaron los meses donde guardé un infantil silencio. La veía desde lejos en los pasillos y podía sentir como su pena cortaba espesamente mi aire. Nunca juntó su mirada con la mía de nuevo...
Eventualmente, con el paso de las meses, comenzó a verse mejor. Volvía a sonreír y a mostrar sus adorables dientes. Podía oír como el bicho de la melancolía resbalaba lentamente por sus hombros hasta llegar al suelo. Y me enamoré. Me enamoré de la fuerza que tuvo para superarme, para olvidar y pasar la pena de amar tan fuerte a alguien que sólo la quiso pasajeramente -al parecer-. Me enamoré en silencio, en vergüenza y con ironía. Me enamoré de su sonrisa lejana, de su aire vigoroso y su pena enterrada. Me enamoré cuando me dejó de querer.... ¿Saben? Me parte el corazón cada paso que da. Pero supongo que lo merezco, por no haberla amado cuando debí. Por no haberla cuidado o haber enmendado las cosas cuando pude. Y es ahora cuando siento con fuerza todo lo demás, cuando recuerdo en detalle lo que pasamos y nos lloro con frenesí. Un nosotros que terminó en el principio, antes de siquiera echar un vistazo a lo realmente bueno.
No sé que estaba tratando de explicar. Me acabo de perder en mi piélago de lágrimas. Ni siquiera sé si la introducción está conectada a la historia que conté... pero quería contarla. Le encantaba que escribiera sobre ella.
Comenzó a mecer suavemente la cabeza de un lado a otro, sin despegar el suave roce que existía entre sus labios y los míos. Sentí como pasó su lengua por su labio inferior porque rozó el mío. Finalmente, me dio un beso. Y otro, y otro más, y miles. Agarré su cintura y la pegué contra mí, exaltado de por fin poder sentir su cuerpo contra el mío, sintiendo cada trocito de piel pasar por mis dedos, sintiendo su respiración contra el surco que se forma entre la nariz y el labio superior. La besé intensamente, como nunca había besado a nadie, hasta que se me durmieron los labios. Ella, en cada minuto, nunca dejó de sentirse delicada. Sentía que si la apretaba un poco más iba a romperla en mil pedazos, sentí que si la soltaba o la despegaba de mí todo se quebraría de igual manera. Y bueno, se quebró... la rompí en mil pedazos. Pero yo sabía que la iba a romper. Yo corrí ese riesgo, porque soy un puto hombre y tengo el puto factor del deseo que le ganó a mi cariño que al parecer, veíamos más grande. Confiábamos más en él, pero nunca fue. Cuando separó su cabeza de la mía, la miré atentamente. Mantuvo sus ojos cerrados unos segundos, y pude sentir como su estómago se revolvía. Pude sentir como el color de su metafórico corazón se teñía oscuro. Escuché como la lágrima viajó desde lo más profundo de sus sentimientos hasta su lagrimal y el sonido que hizo al chocar y caer contra su mejilla. Abrió los ojos y supe, para siempre, que le había hecho algo. No la había matado, pero maté algo en ella. Ella también lo sabía... demasiado bien. Se arrastró en un silencio tangible hasta los pies de mi cama y se acarició los brazos llorando calladamente. Se puso su abrigo y caminó con la cabeza gacha hasta mi puerta, donde subió su mirada dando directo con mis preocupados ojos y lo dijo, fuerte y claro, sabiendo que no había necesidad porque yo también sabía "... No creí que lo romperías tan pronto."
Pasaron los meses donde guardé un infantil silencio. La veía desde lejos en los pasillos y podía sentir como su pena cortaba espesamente mi aire. Nunca juntó su mirada con la mía de nuevo...
Eventualmente, con el paso de las meses, comenzó a verse mejor. Volvía a sonreír y a mostrar sus adorables dientes. Podía oír como el bicho de la melancolía resbalaba lentamente por sus hombros hasta llegar al suelo. Y me enamoré. Me enamoré de la fuerza que tuvo para superarme, para olvidar y pasar la pena de amar tan fuerte a alguien que sólo la quiso pasajeramente -al parecer-. Me enamoré en silencio, en vergüenza y con ironía. Me enamoré de su sonrisa lejana, de su aire vigoroso y su pena enterrada. Me enamoré cuando me dejó de querer.... ¿Saben? Me parte el corazón cada paso que da. Pero supongo que lo merezco, por no haberla amado cuando debí. Por no haberla cuidado o haber enmendado las cosas cuando pude. Y es ahora cuando siento con fuerza todo lo demás, cuando recuerdo en detalle lo que pasamos y nos lloro con frenesí. Un nosotros que terminó en el principio, antes de siquiera echar un vistazo a lo realmente bueno.
No sé que estaba tratando de explicar. Me acabo de perder en mi piélago de lágrimas. Ni siquiera sé si la introducción está conectada a la historia que conté... pero quería contarla. Le encantaba que escribiera sobre ella.
2 may 2014
Epístola al vacío.
Mi alma divaga por los suburbios, comienza a dar pasos débiles que
deploran por un minuto de descanso que lamentablemente no puedo otorgar. Sé que
si descanso mi cuerpo por un segundo no me volveré a levantar nunca. Soy
consciente en un mundo que han denominado ensueño, una ideología que ha costado
muchos seres como yo, algunos más débiles y otros, aunque fuertes, cobardes. Los
pasamanos que acompañan las paredes por las que camino están deteriorados por
su inútil uso, que lo único que ha hecho es sostener cuerpos pesados moribundos
con pérdida de razón, con pérdida de fin, con pérdida de cordura. Recuérdame
por lo que soy antes de que me lleve la locura. Recuérdame como alguien que
trató.
Armonía incierta, paz revuelta.
Busco una simetría en la gente que sé es inexistente,
tanteando torpemente los pies de la gente. Paupérrima, acaso, mi esperanza.
Los ojos mirándome con repulsión patean firmemente, sin tocarme, aquellas torpes, heladas y blancas manos que tiemblan de frío y zozobra. Congoja de nunca encontrar correspondencia. De nunca hallar paridad.
Respiro profundo con una tos inevitable que la calle helada te regala, luego de años de arrastrarte por ella. Vivo de lágrimas y me alimento de tristezas que la gente ciega deja pasar, llantos extraños. Completamente ignorados. Eventualmente me convertí en cada uno de ellos, confundiendo al viento con mis gemidos, espantando todo ser vivo cerca mío. Me emborracho con las gotas de whiskey que recojo y colecciono de cada vagabundo que muere, según mis cálculos, cada dos minutos en alguna esquina fría donde en un minuto de un lejano pasado hubo un momento feliz. Visito cada edificio a la redonda que esté frío y abandonado, firmando sus paredes con dibujos y frases que gente fotografía y se detiene a pensar un minuto, quizás dos, fingiendo real interés para no ser del cliché que no piensa ignorando que eso es engañarse a ellos mismos. Frases que para mí marcan la vida y definen quien soy, trato de llegar a otra gente, trato de que otra gente llegue a mí.
Cuerpo y mente abúlico, abatido, desalentado, lánguido. Divago, sí, montón, quizás porque no tengo un punto fijo donde llegar ni el camino por donde ir pero si un objetivo. Por lo menos tengo lo que a muchas personas les falta, por lo que mucha gente muere triste y sin algo porque derramar lágrimas sinceras; un propósito.
Encontrar la simetría.
Los ojos mirándome con repulsión patean firmemente, sin tocarme, aquellas torpes, heladas y blancas manos que tiemblan de frío y zozobra. Congoja de nunca encontrar correspondencia. De nunca hallar paridad.
Respiro profundo con una tos inevitable que la calle helada te regala, luego de años de arrastrarte por ella. Vivo de lágrimas y me alimento de tristezas que la gente ciega deja pasar, llantos extraños. Completamente ignorados. Eventualmente me convertí en cada uno de ellos, confundiendo al viento con mis gemidos, espantando todo ser vivo cerca mío. Me emborracho con las gotas de whiskey que recojo y colecciono de cada vagabundo que muere, según mis cálculos, cada dos minutos en alguna esquina fría donde en un minuto de un lejano pasado hubo un momento feliz. Visito cada edificio a la redonda que esté frío y abandonado, firmando sus paredes con dibujos y frases que gente fotografía y se detiene a pensar un minuto, quizás dos, fingiendo real interés para no ser del cliché que no piensa ignorando que eso es engañarse a ellos mismos. Frases que para mí marcan la vida y definen quien soy, trato de llegar a otra gente, trato de que otra gente llegue a mí.
Cuerpo y mente abúlico, abatido, desalentado, lánguido. Divago, sí, montón, quizás porque no tengo un punto fijo donde llegar ni el camino por donde ir pero si un objetivo. Por lo menos tengo lo que a muchas personas les falta, por lo que mucha gente muere triste y sin algo porque derramar lágrimas sinceras; un propósito.
Encontrar la simetría.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)